lunes, 12 de noviembre de 2012
Solo alcanzamos la felicidad determinándonos con viva decisión a seguir a CRISTO con todo el corazón:
Mis amados en el Señor , sea la paz en sus corazones:
¿Como ser
felices si en nuestra vida no
erradicamos el pecado, el mal ?
¿Cómo reconstruir, reparar nuestra casa interna, nuestro
templo interior que es el alma para ser felices y libres?
Cuando nos determinamos por seguir a Jesús dándole batalla al mal , diciendo no a las tentaciones , perseverando en el bien aun en las dificultades cotidianas nuestra casa, templo interior donde mora la Santísima Trinidad
va siendo reconstruida cada vez mas sólida, como la casa sobre la roca.
Cuando nos dejamos llevar por la corriente de agua, y vamos
a la deriva detrás de las seducciones que nos hace el mundo, los medios de
comunicación, sin aceptar con amor a Dios como Único rector y guía de nuestras almas, nos derrumbaremos
como la casa construida sobre la arena.
Debemos queridos hermanos determinarnos con confianza a
vivir haciendo el bien siempre, aun a aquellos que no nos aman. Cada vez que
pasamos por una prueba difícil, sin desviarnos del camino bueno, el templo de
nuestro propio ser se va fortaleciendo cada vez mas.Siempre sostenidos en
Cristo, en El nos hacemos fuertes.
Un paciente me decía que desde que había aceptado mi consejo
de ir a Misa todos los días y acercarse a la confesión frecuente se sentía mas
fortalecido ante los obstáculos que se le presentaban y experimentaba una
fortaleza nueva ante las tentaciones.
Queridos hermanos la fuerza que irradian los sacramentos de la Eucaristía y la confesión,
la oración ante Jesús en el Sagrario robustece
nuestro templo interior. Siempre que nos acercamos a Cristo en la Eucaristía , salimos
transformados, nuestra alma no queda igual que como entro, porque ingresamos
por gracia de Dios al misterio del Cielo. La Misa es el Cielo. Aunque no lo veamos, todo el
cielo con Maria Santisima, los Santos,
los martires, los Angeles y Arcangeles,
esta alli en ese Altar bendito. Por eso desde allí se irradia la gloria.
Cuando comulgamos la Sangre y el Cuerpo Santísimo de CRISTO el
Espiritu Santo va transformando nuestro ser interior, se e esta gestando dentro
nuestro, un ser nuevo para saltar a la trascendencia el día final que Dios nos
llame
Nosotros no podemos ver como crece ese ser interior porque
es secreto de Dios para ser revelado en esta vida ,en la medida que lo queramos
conocer a El.
Cuando profundizamos en el conocimiento de Dios, de su amor, vamos
conociendo nuestro verdadero ser. Cuanto mas nos acerquemos a la eucaristía, y
comulguemos vamos conformándonos a El ,porque fuimos creados a imagen de Dios,
y la semejanza solo la alcanzaremos si nos unimos a EL en la eucaristía.
La debida purificación del alma de todos los pecados que
cometimos en toda nuestra historia de vida, y la participación en los
sacramentos va progresivamente gestando en nuestro interior ese ser nuevo que
atravesara la puerta de la trascendencia para la vida eterna.
Hermanos queridos fuimos hechos para amar y ser felices. La
felicidad solo se alcanza
Cuando nos dejamos moldear por las manos de Dios a su Santa
Voluntad.
Les deseo la felicidad. Los abrazo con amor.
Psicologa Adriana Taccone
Buenos
Aires , capital Argentina
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Espacios dedicados a Dios.
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VATICAN MUSEUMS 1/3Hace 13 años
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