Aqui en silencio adoratriz contemple a Dios

Aqui en silencio adoratriz contemple a Dios
Basilica San Pedro , Vaticano

Amigos que Dios trae a este rincon de la red.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Los iconos

Los iconos ayudan a que la oración sea bella. Son como ventanas que se abren hacia las realidades del Reino de Dios y las hacen presentes en nuestra oración aquí en la tierra. Son una llamada a nuestra propia transfiguración. Siendo imagen, el icono no es solamente pura ilustración o decoración. El icono es el símbolo de la encarnación, es presencia que ofrece a los ojos el mensaje espiritual que la Palabra dirige a los oídos.El fundamente de los iconos es, según san Juan Damasceno (siglo VIII), la venida de Cristo a la tierra. La salvación está unida a la encarnación del verbo divino y en consencuencia a la materia. «En otros tiempos, Dios, el incorporal y el invisible, nunca era representado. Pero ahora que Dios se ha manifestado en la carne y ha habitado entre los hombres, represento lo visible de Dios. No adoro la materia, sino adoro al creador de la materia, que se ha vuelto materia por mi causa, que ha querido habitar la materia y que, por la materia, ha logrado mi salvación». Por la fe que expresa, por su belleza y por su profundidad, el icono puede abrir un espacio de paz y sostener una espera. Invita a acoger el misterio de la salvación incluso en la carne y hasta en la creación.

http://www.taize.fr/es_article677.html
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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cuidemos El Silencio,Homenaje a la Orden Cartuja De San Bruno

Señor Jesus, Rey del Cielo y de la tierra, cuida a mis hermanos cartujos de todo mal. Te doy gracias de todo corazon por estas almas bendecidas por ti. Virgen Santa cobijalos bajo tu amparo.
amen

El Gran Silencio

viernes, 17 de septiembre de 2010

¿Qué significa ascetismo?

Es la purificación progresiva y esfuerzo constante para conseguir un ideal moral y agradar a Dios.

Recibieron varios nombres los que lo practicaron: confesores (confiesan su fe), los continentes (practican la castidad) y los ascetas. A las mujeres se les da el nombre de: esposas de Cristo, siervas de Dios o vírgenes consagradas.

¿Cuál es su estilo de vida?
En los tres primeros siglos no hay organización ninguna, viven con su familia en las ciudades.
Era otra forma de dar testimonio además del martirio.
No constituían un estado diferente ni una profesión distinta del resto. Aunque cuando morían en la lápida se leía virginius.
Poco a poco aparece el problema de dos grupos distintos entre los cristianos.
No se sabe cuando comenzaron a hacer el voto solemne.
La consagración de las vírgenes se desarrolló en el siglo IV.
El Concilio de Cartago establece que hasta los 25 no se puede ser virgen consagrada. La 1ª que se conoce es Asella.

A los ascetas del s III para ser monjes sólo les faltaba la separación de sus comunidades cristianas.

ASCETA-MONJE
Castidad
Pobreza
Mortificación
Oración
Vida: Ascetas en comunidades cristianas. Monjes Separados del mundo

¿ Qué hacían?
Imitaban a Cristo buscando la conversión total.
El vestido no era especial.
Algunas vírgenes se cortaban la cabellera.
En la pobreza no tenían obligaciones especiales.
La virginidad algunos santos padres la consideraban superior al matrimonio y tenía un carácter martirial.
Hacía apostolado cuidando a los enfermos y enseñando a otros la fe.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Método de oración: Desplegar velas y elevarse a Dios. Mistica Renana. Taulero

Tened los mismos sentimientos de oración (1 P 3,8)



“En la carta primera de San Pedro leemos: "Permaneced unánimes en la oración".

Al escribir estas palabras, san Pedro se refiere a lo más útil, más deleitable y más noble entre nuestras obras: Orar. No hay cosa más provechosa y amable que podamos hacer en el tiempo...

En esta consideración trataremos de fomentar la vida de oración. Para ello, sabiendo que ... orar es esencialmente elevarse a Dios en el fondo del alma..., nos proponemos hablar brevemente, en tres párrafos, sobre el modo de disponernos para hacerla, el de comportarnos en su desarrollo, y el de avanzar en su intensidad o grados. “.

Esta primera consideración constará de cuatro puntos:

* recogimiento,
* oración de corazón,
* oración mental,
* unidad de acción y fruición

Tercer grado: Deificación. Mistica Renana , Taulero

“Cuando Nuestro Señor ha preparado a fondo a este hombre con opresión insoportable, por un camino mejor que todas las prácticas que pudieran tener todos los hombres, el Señor viene y conduce a esta alma al tercer grado. Allí le levanta el velo de los ojos y le descubre la verdad. Es el momento en que estalla un sol resplandeciente que ahuyenta su pena por completo. Angustias, miserias, calamidades se disipan, y le parece pasar de la muerte a la vida.

El Señor entonces hace salir al alma de sí misma y la levanta hacia El. Allí la alivia de toda su miseria y cura sus heridas. Dios hace entonces que el hombre transforme del modo humano al modo divino de vivir, y pase de la más grande desolación al gozo incomparable de Dios mismo. En este grado, el hombre queda tan divinizado que todo su ser y actividad es Dios quien lo opera en él.

De tal manera está sobreelevado por encima de sus modos naturales que viene a ser por gracia lo que Dios es esencialmente por su naturaleza. Aquí el hombre tiene la impresión y sentimientos de andar perdido. No sabe, no gusta, no siente más de sí mismo, no tiene conciencia más que de un ser sin división.

Mis amigos, haber llegado hasta aquí es realmente haber tocado las honduras más profundas de un verdadero abajamiento, aniquilación, que ni los sentidos ni la inteligencia pueden alcanzar a comprender. Porque es aquí donde se tiene conciencia, la más verdadera, de la propia nada. Y es aquí donde se ahonda lo más profundamente en el fondo de humildad, porque cuanto más se ha descendido más alto se levanta. Altura y profundidad son aquí la misma realidad.

Si sucediese entonces que el hombre, de un modo y otro, cayese de esa altura por un sentimiento de arrogancia, por cierta usurpación del bien divino, sería ciertamente caída igual a Lucifer. Por esta unión del alma en oración de que nos habla la carta de San Pedro venimos en realidad a hacemos como Dios.

Que tal a todos nos suceda y Dios a ello nos ayude”.

Segundo grado: asumir con buen espíritu el pan del sufrimiento.

“Viene ahora el segundo grado, al que se accede cuando Dios ha llevado ya al hombre lejos de todas las cosas creadas, y éste ya ha dejado de ser espiritualmente niño.

Dios, después de haber confortado al hombre con el alivio de la dulzura, le da a comer pan de centeno bien duro, porque ha llegado a la madurez. A un adulto la comida sólida y fuerte le es más útil. No tiene más necesidad de leche ni pan blanco.

Se le abre un camino desierto y solitario sobre el cual Dios le despoja de cuanto le había regalado. El hombre entonces queda tan abandonado a sí mismo que ya no sabe nada, absolutamente nada de Dios. Llega a tal angustia que duda de si ha estado alguna vez en el camino recto, si hay Dios para él o le ignora en sus profundos sufrimientos. Tan apremiante es su dolor que la misma amplitud del espacio parece apretarle en asfixia. No hay ningún otro sentimiento de Dios, no sabe ya nada de El, y todas las cosas le disgustan. Es como si estuviese metido entre dos muros con una espada detrás y una lanza acerada por delante.

¿Qué le queda por hacer? No puede ni recular ni avanzar. Que se siente y diga: "Oh Dios, yo te saludo, amarga amargura, llena de todas las gracias".

Amar hasta el extremo y verse privado del bien que se ama le parece una prueba más dolorosa que el infierno, si éste fuese posible en la tierra. Todo lo que se le puede decir a este hombre entonces le consuela como una piedra. Toda conversación sobre criaturas le molesta. La amargura y dolor en tal despojo son tanto más insoportables cuanto su conciencia y sentimiento de Dios habían sido más grandes y profundos.

Vamos. ¡Buen ánimo! El Señor está seguramente muy cerca. Apóyate sobre el tronco de una fe muy viva. Todo irá muy bien enseguida.

Pero en la tortura la pobre alma no puede creer que estas tinieblas insoportables puedan jamás cambiarse en luz.
Taulero. Mistica renana

Primer grado, incipiente, inferior: de júbilo.

“Se llega al primer grado, el júbilo, considerando atentamente los deliciosos testimonios de amor que Dios nos ha prodigado en las maravillas del cielo y de la tierra. Al considerar la abundancia de beneficios que El ha prodigado a nosotros y a todas las criaturas, vemos:

* cómo todo florece y reverdece, y cómo todo está lleno de Dios,
* cómo la inconcebible liberalidad de Dios ha expandido sus riquezas sobre toda criatura,
* cómo Dios ha buscado, soportado y dotado al hombre,
* cómo El le ha invitado y llamado y con cuánta benignidad le espera,
* cómo por amor del hombre se ha hecho hombre El mismo, y ha sufrido y ofrecido por nosotros su vida, su alma y todo su ser,
* cómo nos ha invitado a inefable intimidad con El mismo y cómo la Santísima Trinidad, con gran largueza, espera a este hombre para darse a él en gozo eterno.

El hombre, cuya amorosa mirada penetra en todas estas cosas, siente nacer en el alma grande y viva alegría. La clara visión de amor de estas maravillas hace desbordar su corazón con tales delicias que su cuerpo débil no puede contener la alegría estallante en fenómenos visibles.

Sin ellos, la sangre le saldría por la boca, como ha ocurrido en ocasiones, o bien este hombre se sentiría reventar bajo pesada opresión. Nuestro Señor le llena así de sus dulzuras y en abrazo íntimo, El se le ha unido de modo único. Es así cómo Dios atrae desde un principio al hombre hasta El, invitándole a que salga de sí mismo y despojarse de todo lo que le es disemejante.

Que nadie, pues, se atreva a distraer a los hijos de Dios forzándolos al vértigo del activismo o metiéndolos en la multiplicidad con sobrecarga de prácticas vulgares y obras externas. Podrían extraviarlos...

Grados de vida interior espiritual. Mistica renana

El primer grado de la vida interior y virtuosa, que nos conduce derechamente hasta Dios, consiste en que el hombre se entregue por completo a las obras maravillosas en que se manifiestan los inefables dones de Dios, donde El se expande en bondad misteriosa. De ahí nace un estado de alma que llamamos júbilo.

El segundo es tránsito por una pobreza del alma y alejamiento de Dios que dejan al espíritu en doloroso despojo.

El tercero nos eleva al modo de ser deiformes, en la unión del espíritu creado con el espíritu subsistente de Dios. Es lo que se puede llamar una verdadera conversión, y es increíble que quienes lleguen realmente a este punto puedan separarse de Dios”. Juan Taulero

lunes, 6 de septiembre de 2010


"No debáis nada a nadie, sólo sois deudores en el amor" (Rm 13,8)

Usa el crucifijo . Da testimonio de Cristo Vivo .

Usa el crucifijo . Da testimonio de Cristo Vivo .
Colgate la cruz en el cuello, te protegera de todo peligro, sera tu aliada en la tentacion y espantara todo mal.