miércoles, 4 de agosto de 2010

El contemplativo es, de hecho, como un fuego que arde en amor a Dios

El contemplativo es, de hecho, como un fuego que arde en amor a Dios. Todo el que se aproxima a ese fuego no puede menos de recibir también luz y calor. Y es muy raro que esa persona no acabe por incendiarse igualmente de amor a Dios. Cuando eso ocurre es siempre seguro que estamos delante de una espléndida obra de la gracia.


Pedro Finkler - La oración contemplativa

No hay comentarios:

Publicar un comentario