5. La desolación es lo contrario a la consolación, es: turbación, obscuridad del alma, moción hacia las cosas bajas y terrenas, inquietud de varias agitaciones y tentaciones que mueven a desconfianza, sin esperanza, sin amor. Todo lo que conduce a la pereza, a una vida de tibieza y tristeza como separación de Dios. La consolación es energía del Espíritu santo para emprenderse y comprometerse en el llamado de Dios, La desolación lleva lejos del Señor y es signo de la acción en nosotros del espíritu malo que pretende desviarnos del camino.
Pbro Uriel. Mexico
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