Primero conviene advertir en dos cosas. La primera es, que el amor se debe poner más en las obras que en las palabras.
La segunda: el amor consiste en comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el amante al amado lo que tiene, o de lo que tiene o puede, y así, por el contrario, el amado al amante; de manera que si el uno tiene ciencia, dar al que no la tiene, si honores, si riquezas, y así el otro al otro. (Ejercicios Espirituales 231
) ¡Y QUÉ LE DARÉ AL QUE ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MÍ?
"Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo distes, a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta". (Ejercicios Espirituales Nº 234)
San Ignacio de Loyola
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