viernes, 22 de enero de 2010

FECUNDIDAD DE LA ORACIÓN

Si en la oración buscamos a Cristo , los frutos serán fecundos. ¿Qué sería del mundo sin la oración? ¿Cuántos acontecimientos malos ha evitado la oración? ¿Cuántas maravillas ha producido la fuerza de la oración? En el mundo de hoy falta fe y esperanza, por lo tanto la alegría es escasa. Sin la alegría, es muy difícil valorar las maravillas que existen. Al contrario, se ve sólo lo malo. El ser humano se desmoraliza y no lucha para mejorarlo. Si intensificamos la oración, habrá más amor, más esperanza, justicia, paz, pues la oración siempre tiende al Bien y a lo que trasciende.

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